domingo, 23 de mayo de 2010

Cendrillon a perdu ses chaussures à talons


Paso número uno para ser tú misma: quítate la máscara. ¡No es 31 de octubre! Estamos en mayo, hace calor, las neuronas se resienten y apenas puedo pensar con claridad. Si pudiera, pensaría en ti. O en quien fuera. Pero no puedo. Apenas puedo pensar ya...
Imagínate que las ideas se vendieran, enlatadas, en la sección de platos precocinados del Corte Inglés. ¡Todo sería más fácil! Deme un kilo de talento, 250 gramos de modestia y 100 de autosuficiencia. Ja. Pero no es así, no, no es así. Si ya no sabes qué hacer, sólo te queda comer helado, escuchar música tristona de los noventa y ver películas de Julia Roberts. ¡Venga!, quizás algún día seas tú esa princesa a la que Richard Geere le compra todos los vestidos de la tienda... Lo que sí que tengo claro es que, si fuese primera dama, el mío sería un look a lo Jackeline Kennedy. Inmaculada y perfecta. Como lo fue, cargada de voluptuosidad, mi querídisima Marilyn Monroe a la que, ESTOY SEGURÍSIMA, asesinaron.
Locuras aparte, hace calor, a eso achaco mis futuros errores.

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